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lunes, 6 de diciembre de 2010

Amanece

06:00 am. Todos los días la misma historia; levantarse temprano, vestirse e ir a por el autobús, y ocho horas ahí metido, dando vueltas y vueltas por los mismos sitios, donde la única noticia que encuentras, es que han cambiado una tienda por otra, o que hay obras. No sé para que me sirvió hacer dos módulos de atención sociosanitaria... con lo que me gustaba a mí eso... y al final he tenido que conformarme con el puesto de conductor de autobuses… Bueno, al menos tengo algo, y en estas dos semanas que llevo trabajando me siento bastante bien, me siento realizado, aunque a mi lo que de verdad me gustaba era la sanidad, si hubiera estudiado más en su momento, quizás mi trabajo sería de enfermero.
Pero tengo algo actualmente de lo que no me puedo quejar, ella. Me doy la vuelta en la cama y ahí está, durmiendo como una niña pequeña, con su pelo oscuro y rizado esparcido por la almohada, acurrucada con todas las mantas, es preciosa. Ojalá estuviera mi lado siempre. “Nuria, cariño, me voy a trabajar, tú sigue durmiendo” le pregunto mientras me levanto de la cama,  “¿eh? vale…”-contesta. Así comienza mi día de trabajo, dejando durmiendo a mi princesa y yéndome a aguantar unas sesenta personas quejándose por el frío que hace hoy o porque el bus llega tarde, el caso es quejarse y no comenzar el día con una sonrisa. Pero yo si lo haré, hoy si sonreiré.


2 comentarios:

  1. La verdad es que es así todos los días lo mismo, que hay gente realmente inaguanteble pero si verdaderamente tienes algo por lo que aguantarlo hay que hacer de tripas corazón como se suele decir me gusta mucho el rollo de tu blog

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  2. Me parece muy buena la tematica de tu blog :)

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