Vistas de página en total

viernes, 31 de diciembre de 2010

2011

08:34 pm. Últimas horas del último día del año, se respira ambiente navideño por todos lados, todo el mundo respira alegría y los villancicos son constantes en tu mente. Yo me voy ya a mi casa, deja el autobús, felicito el año a mis compañeros y espero llegar a mi casa pronto, con tanto coche llegar a tu destino parece una odisea. Abro la puerta y están todos casi preparados en mi casa "Corre, vete a duchar que la cena ya está casi lista" me dice mi madre. Mis sobrinos corretean destrozándome la casa mientras mi padre está tirado en el sofá con mi cuñado. Nuria está con mis hermanas preparando los platos.Todos están juntos y felices, ese es el espíritu de la Navidad, así da gusto comenzar un nuevo año. Feliz 2011. =)

domingo, 26 de diciembre de 2010

Con ella

03:45 pm. Por fin en casa, tras una larga jornada de trabajo, llego a mi hogar. Ahí está Nuria, “Hola amor, ¿Qué tal el día?” le pregunto, “Bueno, me tengo que volver a ir a la oficina a las 5, el director de Marketing nos tiene a tope” contesta. Apenas pasamos tiempo juntos debido a los trabajos, solo nos vemos a comer y a cenar, y a veces ni eso, pero de esta forma valoramos muchísimo más ese tiempo que es para nosotros, solo para nosotros. Normalmente después de comer nos sentamos a ver la tele y a descansar un rato, pero hoy nos hemos ido al parque a dar una vuelta, aunque hacia frío, el sol brillaba por todos lados. Paseamos tranquilamente, nos sentamos en un banco abrazaditos y disfrutamos de la compañía mutua. Cada vez que la miraba me parecía mas guapa, del frio tenía la nariz rojiza, pero la bufanda y el gorro hacía que mi atención se centrase en esos preciosos ojos color miel, era perfecta. Ella no paraba de preguntarme porque la miraba tanto, le daba vergüenza. En una de esas veces que me miró, la besé, nuestros labios se unieron, sentí la naricilla fría en mi mejilla, degusté su sabor, aprecié su colonia y me sentí parte de ella, éramos una sola persona. En un momento estás disfrutando de tu vida. Y en el otro: preguntándote cómo pudiste vivir sin ella.


miércoles, 22 de diciembre de 2010

Navidad II

02:13 pm. Los niños acaban de salir del colegio, en la próxima parada recogeré a muchos de ellos con sus madres y abuelas, al menos le dan alegría al autobús.
“¡Dejad de corred!” “Ven Andrea, que aún no he pagado” “¿Y eso tan bonito lo has hecho tú? ¡Qué bien!” “Siéntate y estate quieto Víctor” Se escuchaban voces por todos lados, todos los niño iban bien abrigaditos, con  paraguas y la mayoría llevaban en sus delicadas  y frías manos, figuritas de navidad hechas de papel, los Reyes Magos, el niño Jesús, María...
El siguiente pasajero era un señor mayor con su nieta, cuando el hombre  fue a pagar, la niña vino de repente corriendo hacia mí, me miró con los ojos iluminados como dos soles y con una linda sonrisa me deseó feliz Navidad, después me puso en la chaqueta una estrellita de colorines en la que ponía “Jesús nace para todos”,  a continuación su abuelo pagó, y esta se fue corriendo a su asiento mientras reía de felicidad. Ese pequeño detalle me hizo mucha ilusión, ver como una niña tan pequeñita tenía esa alegría por hacer feliz a la gente… Ojala siguiera así durante el resto de su vida, con esa vitalidad, y que no se desanimara por nada que le ocurriera, que luchara contra todos los obstáculos y que siguiera con esa sonrisa  para siempre. La estuve observando durante el trayecto y en ningún momento dejaba de sonreír, era la niña más linda que jamás había visto y sobre todo la más feliz. Pero el autobús regresó a su tristeza habitual cuando se bajo aquella pequeña. Si lo vemos despacio, nos daremos cuenta que todo en la vida son detalles. Los grandes acontecimientos nos deslumbran tanto que a veces nos impiden ver esos pequeños milagros que nos rodean cada día y que son los que de verdad nos hacen felices.

(Esta entrada tiene una dedicatoria especial ^^ )

domingo, 19 de diciembre de 2010

Navidad

07:00 am. Cojo las llaves y abro la puerta, me monto en el autobús y comienza el día, miércoles. En la primera parada hay un grupo de muchachos, todos van bien vestidos y ellas van muy guapas, todos van cansados y un poquillo borrachos aún. Comienza la Navidad. Ya me comentaron los compañeros, que esta época del año se caracteriza porque recoges a gente borracha a primera hora del día, da igual el día que sea, o también por las últimas paradas que la gente lleva gorritos de Papá Noél, a mi, mientras que no me vomiten en el autobús me da igual.
Navidad, dulce época del año para muchos y odiada para otros. En mi opinión es… otra época más, bonita y tal, en la que ves a la familia y comes mucho, demasiado diría yo, pero otra época. Aunque no sé porqué, presiento que esta Navidad va a ser distinta.


martes, 7 de diciembre de 2010

Infancia

11:00 am. Volví a pasar por puerta Palma y en la siguiente parada se subió un niño de unos 9 años.Me dio el dinero y se fue tranquilamente a un asiento. ¿Que haría un niño tan pequeño solo un día de diario? Cuando volví a parar, fui hacia él y le pregunté que a donde iba, él me contestó "a buscar a mi perrito", yo extrañado le dije que no podía ir solo, se perdería. El niño me contestó:
-No... yo se llegar hasta el final de la calle...
-Pero, ¿dónde está tu mamá?
-Está en el instituto, ella se va todos los días allí y vuelve cuando yo ya he llegado del cole.
-¿Y quién cuida de ti?
-Mi abuelita, pero se me ha escapado el perro y tengo que ir a buscarle porque si no se va a perder
- Bueno pero él seguro que sabe llegar a casa,tú quedate aquí hasta que yo te avise ¿vale?
-Bueno vale, pero tenemos que encontrar a mi perro ¿vale?
-De acuerdo-contesté. Tras terminar mi ruta, decidí llevar el niño a la policía para que localizaran a su madre, o más bien a su abuela. La policía me dijo que no me preocupara que ellos la localizarían y llevarían al niño a casa, me despedí del chico y me marché. Yéndome a casa no dejé de pensar en el muchacho, en la vida que llevaba y el futuro que le esperaba. ¿Pensaís que se puede llegar a tener una buena vida con una infancia así? No pueden descuidar a los niños así como así. A saber como era su madre... a saber que edad tenía... a saber que cuidados recibía...

lunes, 6 de diciembre de 2010

Amanece

06:00 am. Todos los días la misma historia; levantarse temprano, vestirse e ir a por el autobús, y ocho horas ahí metido, dando vueltas y vueltas por los mismos sitios, donde la única noticia que encuentras, es que han cambiado una tienda por otra, o que hay obras. No sé para que me sirvió hacer dos módulos de atención sociosanitaria... con lo que me gustaba a mí eso... y al final he tenido que conformarme con el puesto de conductor de autobuses… Bueno, al menos tengo algo, y en estas dos semanas que llevo trabajando me siento bastante bien, me siento realizado, aunque a mi lo que de verdad me gustaba era la sanidad, si hubiera estudiado más en su momento, quizás mi trabajo sería de enfermero.
Pero tengo algo actualmente de lo que no me puedo quejar, ella. Me doy la vuelta en la cama y ahí está, durmiendo como una niña pequeña, con su pelo oscuro y rizado esparcido por la almohada, acurrucada con todas las mantas, es preciosa. Ojalá estuviera mi lado siempre. “Nuria, cariño, me voy a trabajar, tú sigue durmiendo” le pregunto mientras me levanto de la cama,  “¿eh? vale…”-contesta. Así comienza mi día de trabajo, dejando durmiendo a mi princesa y yéndome a aguantar unas sesenta personas quejándose por el frío que hace hoy o porque el bus llega tarde, el caso es quejarse y no comenzar el día con una sonrisa. Pero yo si lo haré, hoy si sonreiré.


miércoles, 1 de diciembre de 2010

Primera ronda

Primera entrada en el blog, blog acerca de la historia de un muchacho.Un chico que con unos 26 años trabaja como conductor de autobuses, cada día ve diferentes escenas que le hacen pensar y aparte de su querido autobús, tiene una vida social bastante compleja. Con esto intentaré transmitir las dificultades  y las pequeñas (y tan pequeñas) alegrías de una sociedad en la que se valoran más las cosas materiales y hay cantidades industriales de problemas a tu alrededor. Tal como la vida misma.